domingo, 12 de mayo de 2019

CICLO ABRIL 2019

MES DE ABRIL - PENSAMIENTO A 24 CUADROS POR SEGUNDO
          
El miércoles 3 de Abril comenzamos el segundo ciclo de esta 12ª temporada.

El idea central proyectar películas que nos abran un espacio para pensar, un cine como motor del pensamiento; un cine que pregunta, un cine que piensa.

MIÉRCOLES 3 DE ABRIL
LA ESTRUCTURA DE CRISTAL
Polonia, 1969
Dirección y Guion: KRZYSZTOF ZANUSSI

Intérpretes: Barbara Wrzesinska, Jan Myslowicz, Andrzej Zarnecki, Wladyslaw Jarema, Adam Debski

Duración: 74 minutos



Krysztof Zanussi es, sin lugar a duda, uno de los mejores realizadores de la cinematografía mundial.

Nacido en Varsovia en 1939, pocos meses antes de la invasión alemana a Polonia,  cursó estudios de física y filosofía en varias universidades polacas, además de realización y guión en la Escuela de Cine de Lódz. 

La estructura de cristal, su primer filme importante después de un largo periodo de realizar cortos y documentales, trata acerca de la vida de Jan, un científico retirado a quien Marek, un colega y antiguo amigo, intenta persuadir de regresar a la actividad científica en un proyecto oficial. El tema central es la relación entre estos dos hombres: uno observando el mundo desde lo puramente científico y racional, el otro llegando más allá y encontrando en lo místico un sentido mucho más profundo de la existencia humana.

A partir de allí, Zanussi plantea la oposición entre ciencia y creencia, materia y espíritu, a partir de la misma oposición filosófica entre la "iluminación divina" de San Agustín, para quien la verdad está dentro y no fuera del hombre, y la posición de Santo Tomás según la cual el conocimiento no proviene de la iluminación divina sino de la experiencia concreta y material. Zanussi muestra que la posición tomista fue la que oficialmente adoptó el régimen comunista en Polonia, y con ella la sociedad polaca en su conjunto, mientras que la visión agustiniana fue silenciada en razón de su misticismo. 

A través de los bellísimos y recurrentes planos generales del paisaje nevado, puestos en relación, por obra del montaje, con los primeros planos de la esfera de cristal que da título al filme, Zanussi simboliza la fragilidad del universo existente del cual el hombre es sólo una ínfima parte.

Al igual que en las telas del gran exponente del romanticismo alemán, Caspar David Friedrich, la figura humana aparece aquí empequeñecida frente a la vastedad del paisaje, frente a toda esa infinita inmensidad que nos recuerda día a día que somos seres falibles, que no somos el centro del Universo ni los dominadores de la Naturaleza.

Este es el pensamiento sostenido por Marek desde su soberbia positivista, pensamiento inteligentemente desmentido por la cámara mediante un plano general que nos lo muestra alejándose hacia el fondo y dejando diminutas huellas en la nieve, que contradicen su propio sentido de grandeza.

El final de La Estructura de Cristal es una metáfora del final de la vida, un mensaje acerca de la herencia que cada ser humano deja sobre la tierra tras su partida.

Adriana Schmorak Leijnse


Zanussi, uno de los grandes cineastas polacos, hizo de esta obra su debut cinematográfico: un drama intimista psicológicamente rico y extraordinariamente maduro sobre la vocación profesional (Zanussi estudió física), la amistad y la filosofía de vida .


MIÉRCOLES 10 DE ABRIL
ALL THAT JAZZ
Estados Unidos, 1979
Dirección: BOB FOSSE

Guion: Robert Alan Aurthur, Bob Fosse
Música: Ralph Burns
Fotografía: Giuseppe Rotunno

Intérpretes: Roy Scheider, Jessica Lange, Leland Palmer y otros.

Duración: 123 minutos


Joe Gideon (Roy Scheider) es un implacable coreógrafo en este musical poco convencional que retrata la dureza, el esplendor y la decadencia de la gente del mundo del espectáculo, a quienes el triunfo les niega a veces la posibilidad de otros afectos. Un drama que retrata la otra cara del show, lo que ocurre entre bastidores.

En la desigual y en cierta forma fascinante carrera como director de Bob Fosse, ALL THAT JAZZ ocupa un lugar especial.
Por muchas razones.
La principal de ellas es que, siete años después de haber ganado el Oscar al mejor director por una película Cabaret (1972), y con aquella estimable Lenny (1974), Fosse lleva a cabo un ejercicio de sinceridad brutal, abriéndose el pecho de par en par y mostrándose en carne viva tal y como es, con todas las mezquindades y deplorables defectos de su personalidad, algo que muy pocos artistas (Oscar Wilde en De Profundis; Chet Baker en Let’s Get Lost; Andrei Tarkovski en Nostalghia; Ingmar Bergman en Saraband; entre otros, no muchos) han tenido los redaños de hacer.

Pero hay otros factores que convierten a ALL THAT JAZZ en algo muy diferente. En otra cosa.

Fosse había sido designado por la naturaleza para triunfar en cualquier cosa que tuviera que ver con la música y con el baile. Salvo por un detalle que, en su oficio y en la época en la que él empezaba, era casi un estigma. O sin el casi. Se quedó prematuramente calvo. De tal modo que se vio “obligado” a convertirse en coreógrafo. En caso contrario, pudo haber sido un bailarín excepcional, pero quizá el mundo no habría visto sus notables, arriesgadas y heterodoxas creaciones, que le hicieron célebre y que son la columna vertebral de una historia compulsiva, descarnada, con Fosse mirando ya muy de cerca a la muerte (aunque aún llegaría a filmar una película más, la irregular Star 80, en 1983, con la salud muy deteriorada).

Y si esa es la columna vertebral el corazón y el alma son la personalidad atormentada, tumultuosa, de ese coreógrafo al que él llamó Joe Gideon, al que seguiremos en un itinerario casi suicida pero siempre apasionante de ciento veintitrés minutos que se pasan,  literalmente volando y que dejan con ganas de más música, de más baile, de más verdad.

La energía de Fosse:

Lo cierto es que ALL THAT JAZZ puede parecer una película anticuada en sus formas. Pero es que ya nació anticuada, y así lo quiso su creador.

Filmada un poco al estilo de un falso documental, en el que la vida cotidiana del coreógrafo y director se va alternando con diálogos oníricos con una misteriosa dama que probablemente sea la Muerte, llamada Angelique (interpretada por Jessica Lange) a menudo tendremos la sensación no de estar asistiendo a una ficción, sino de estar viendo ensayos grabados, pruebas de casting reales, sucesos que un documentalista ha mezclado con la ficción de manera magistral.

La serena cámara de Fosse convive con un montaje sincopado, salvaje, en parte responsable de esos montajes de ahora a lo Guy Ritchie, pero mucho más elaborado, más inteligente y más rico en su búsqueda formal.

Fosse nunca fue un genio del cine, pero desde luego tenía personalidad, y sabía otorgar a las herramientas cinematográficas una fuerza, un estilo muy propio, que hacía perdonar sus carencias.


Premios:

1979: 4 Oscar: Banda sonora adaptada, Vestuario, Dirección artística y Montaje. 9 nominaciones
1979: Globos de Oro: Nominada Mejor actor comedia/musical (Roy Scheider)
1979: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor director
1980: Festival de Cannes: Palma de Oro Mejor Película (ex aequo)
1980: Premios BAFTA: Mejor fotografía y mejor montaje. 6 nominaciones

MIÉRCOLES 17 DE ABRIL
LA VERDAD INCÓMODA
Estados Unidos, 2006
País
Estados Unidos Estados Unidos
Dirección y Guion: DAVIS GUGGENHEIM
Música: Michael Brook
Fotografía: Davis Guggenheim

Interprete del documental: Al Gore

Duración: 96 minutos


Documental sobre los efectos devastadores del cambio climático.
El ex-vicepresidente norteamericano Al Gore muestra un contundente y preocupante retrato de la situación del planeta, amenazado por el calientamiento global provocado por las ingentes emisiones de CO2 por parte de la acción del hombre. Un documental cuya leyenda reza: “De lejos la película más aterradora que verá jamás”.

2006: 2 Oscars: Mejor documental, mejor canción original (Melissa Etheridge)
2006: National Board of Review (NBR): Mejor documental
2006: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor documental
2006: Critics' Choice Awards: Mejor documental. 2 nominaciones
2006: Asociación de Críticos de Chicago: Mejor Documental

“El hecho de que UNA VERDAD INCÓMODA no debería existir es una razón para estar agradecido de que exista. (...) intelectualmente es estimulante (...) Un buen lugar para empezar, y continuar, un proceso de concienciación que difícilmente puede ser más urgente. Un film necesario.” A. O. Scott: The New York Times.

MIÉRCOLES 24 DE ABRIL
LOS COMULGANTES/LUZ DE INVIERNO(Nattvardsgästerna)
Suecia, 1963
Dirección y Guion: INGMAR BERGMAN
Música: Evald Andersson
Fotografía: Sven Nykvist (B&W)

Intérpretes: Gunnar Björnstrand, Ingrid Thulin,  Max von Sydow, Gunnel Lindblom y otros.

Duración: 80 minutos


Thomas, un pastor protestante que celebra los oficios religiosos con la iglesia casi vacía, es un hombre solitario que sufre una profunda crisis espiritual y cuya vida carece de sentido.

LOS COMULGANTES nos narra unas horas de la vida del pastor, que tras haber perdido a su amada esposa, años atrás, ha tenido que recomponer su vida.
Esa pérdida le ha sumido en una depresión que le ha hecho dudar de su fe.

Por otra parte, ha intentado llenar su vacío existencial con una feligresa, una mujer que se le ofrece sin condiciones, necesitada de alguien en su vida, de una misión.
La visita de un hombre atormentado por el odio que parece inundar el mundo volverá a poner en duda la labor y las creencias del pastor en crisis.

Bergman toma parte de su experiencia para narrar una historia muy dura, seca y sin contemplaciones.
El silencio de Dios que derrumba la vida del pastor es la base de una serie de situaciones donde los diferentes personajes se encuentran a sí mismos abandonados, solos en un mundo cruel que carece de dueño y de sentido.

A pesar de esto, el ser humano se resiste a darse por vencido y encuentra todo tipo de actos y excusas formales para creer que todo tiene un fin, un significado.

Merece ser destacada, en este sentido, la secuencia de la misa inicial, en la que los personajes se comportan de forma absurda, protagonizando un ritual vacío que no sirve absolutamente para nada, pero que es ejecutado con estricta corrección. En todo caso, para hundirse aún más en una existencia miserable.
Igualmente, es fundamental subrayar cómo el personaje principal se encuentra convertido en un títere sin alma, incapaz de volver a sentir nada por otro ser humano, aunque se le arroje indefenso y destrozado, a sus brazos. Uno de los momentos cumbre de la película es cuando un personaje revela su teoría sobre los últimos y desesperados momentos de la vida de Cristo; atención a las palabras y a la expresión del pastor.

En el terreno interpretativo, todos están muy bien, pero brillan con especial intensidad Gunnar Björnstrand e Ingrid Thulin, el pastor y la mujer que se enamora de él.
Los expresivos primeros planos que abundan en el film contribuyen a que nos sintamos muy cercanos a los sentimientos que se muestran en la pantalla.

Björnstrand representa en su rostro todo lo que he señalado anteriormente sobre su personaje, necesitando muy poco para que sepamos exactamente qué pasa por su cabeza y cómo está sufriendo. Es fundamental el modo en el que Bergman sitúa al pastor en el escenario y cómo lo que le rodea (o lo que tiene entre manos) está directamente relacionado con lo que ocurre en su cabeza en ese momento.

Thulin tiene un rol más fácil, a priori, más llamativo y de un desarrollo dramático que atrapa fácilmente al espectador, pero no por ello es menos meritoria su composición; su personaje, bondadoso y débil, se entrega por completo a amar al protagonista, considerando que ésa es su misión en es esta vida.
La confrontación entre ambos, en el aula del colegio, es muy áspera y violenta, resultando incluso a ratos insoportable, por la humillación a la que somete el pastor a la mujer.
Destacar también la magnífica presencia de Max von Sydow, que tiene un papel secundario pero de gran relevancia.

En resumen, LOS COMULGANTES es una propuesta compleja que requiere de una especial atención; de ritmo lento, con una preciosa fotografía de Sven Nykvist, personajes atormentados, y diálogos afilados, cargados de significado, la película se alza majestuosa para reflejar la ansiedad y el sufrimiento del ser humano ante la falta de sentido de la vida.

Nacemos y morimos. Y se acabó. Nos apagamos para siempre sin remedio. Y para colmo, Dios no ayuda, no da consejos; no existe. ¿O quizá es que no merece la pena tener fe? ¿Y fe en qué? Bergman no nos entretiene con este título, nos plantea cuestiones dolorosas de difícil respuesta.

Premios:

1966: Seminci: Espiga de Oro: Mejor película
1963: National Board of Review: Top mejores películas extranjeras





ZOCO de la Buri Buri de Lorena Jozami

Miércoles 17/08 a las 21 hs. con entrada libre y gratuita. SUM del Mercado Artesanal de Salta. Av. San Martín 2555. El zoco de la buri buri ...